Leía hace un tiempo al ganador de premio Nobel de Literatura del 2006, al turco Orhan Pamuk, su obra titulada "Estambul: Ciudad y recuerdos", del cual deseo compartirles un pequeño fragmento de su obra. Sin duda un breve pero significativo acercamiento a lo que representa Estambul, y lo que se llega a vivir en esa mágica ciudad.
"Cada vez que
empiezo a hablar del Bósforo, de Estambul, de la belleza de sus calles oscuras
o de su poesía, una voz interior me previene de que no debo exagerar la belleza
de la ciudad en que vivo para no ocultarme a mí mismo las carencias de la vida
que llevo en ella, tal y como les ocurría a los escritores de generaciones
anteriores a la mía. Si la ciudad nos parece hermosa y mágica, así debe ser
nuestra vida. [...] El escritor que sea capaz de notarlo en lo más profundo de su
alma con una sensación de culpabilidad, cuando toque fondo por la amargura y el
estado ruinoso de la ciudad, debe hablar de la luz misteriosa que proyectan en
su vida; y cuando se deje llevar por la belleza de la ciudad y del Bósforo debe
recordar la miseria de su propia vida y cómo no le atañe en lo más mínimo el
ambiente feliz y victorioso de una ciudad que ha quedado en el pasado."
Arriba, palacio de Hatice, madre del sultán Mehmed IV, en Ortakoy, barrio de la orilla europea del Bósforo. Abajo, vista de la plaza de Tophane, en el distrito de Beyoglu, con “pelea entre barqueros” incluida. Ambos son grabados antiguos del libro Voyage pittoresque de Constantinople et des rives du Bosphore (“Un viaje pintoresco por Estambul y las riberas del Bósforo”), de Antoine-Ignace Melling (1763-1831).
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